Nueva York terminó, but show must go on. La pasarela de Londres ha traído propuestas muy distintas, si bien siempre he considerado que a esta pasarela hay que mirarla con un prisma distinto. Es la “menor” de las cuatro gigantes de la industria y, en cambio, una de las que más fuerza y creatividad posee. Es un espacio para grandes promesas y para aquellos que decidieron seguir celebrando aquí su triunfo. Aquí tenéis lo más relevante de esta temporada.

La colección más selecta de Topshop, “Unique”, nos ofreció en la pasarela londinense looks urbanos con abrigos oversize, pieles (sintéticas), faldas tubo, patchwork y para las prendas de noche transparencias, terciopelo y encaje en tonos discretos. Matthew Williamson apostó por estampados psicodélicos en prendas de escote barca, abrigos de piel con hombreras, escotes en V y prendas con péplum en las que primaban negro, celeste y rojo.

House of Holland fue como siempre la encargada de llevar el arcoiris a la pasarela de Londres con prendas sport pero de satén y lentejuelas, siluetas rectas y mezclas imposibles. En Mary Katrantzou tuvieron el protagonismo los bordados y motivos tribales en vestidos tanto de cóctel en corto, como rectos y largos para la noche, junto a asimetrías y superposición de capas.

Maravillosa colección la de Temperley London, dividida en tres series: la primera más casual, con faldas cortas y jerséis en azul y gris, la segunda de inspiración gipsy en negro con transparencias (un poco Pucci) y una final llena de color estampados florales en abrigos y vestidos de cóctel y noche, todas ellas plagadas de estampados vidriera y florales. Nada que ver con Christopher Kane, que daba prioridad a la mezcla de texturas frente a los estampados y a una revisión de la silueta con formas muy particulares.

Prendas anchas y asimétricas marcaban cintura con fajines metálicos en Roksanda Ilincic, que apostaba por maxi estampados geométricos en tonos tierra y celeste para sus prendas de día y en negro y azul klein para la noche. El romanticismo y las flores habituales de Erdem se tornaban en una vertiente más gótica y oscura en esta ocasión, con transparencias, encaje y prendas más sugerentes.

Burberry parece caminar hacia un cambio de imagen con esta colección de prendas ligeras y estampados étnicos y animales, alejada de sus tradicionales aires british, más sensual con aberturas laterales en prendas cruzadas y envolventes que se ceñían a la cintura. Finalmente, la propuesta de Tom Ford fue muy clara: arrebatadoramente sexy, con cuero, transparencias, encaje, paillettes y prendas ajustadas.
¿Cuál ha sido vuestra propuesta favorita en la pasarela de Londres?