Ya ha comenzado la pasarela del lujo por excelencia: París. En la capital francesa se dan cita estos días los diseñadores más deseados para presentarnos sus nuevas colecciones, que sin duda marcarán tendencia para la próxima temporada primavera – verano.
La firma Balmain se decantó, en su línea, por piel y cinturas encorsetadas, esta vez en tonos de la naturaleza junto a volantes y rejillas. Isabel Marant también repitió la fórmula urbana que tanto éxito le ha dado con prendas metalizadas, siluetas amplias, superposiciones y drapeados.
En Dior vimos looks algo repetitivos sobre la pasarela: siluetas trabajadas, sutiles toques victorianos, trajes de chaqueta, volúmenes… Elie Saab, sin embargo, sorprendió con una colección más deportiva, juvenil y en color vibrantes, sin faltar a su cita con encajes y flores.
Chloé partía de prendas puramente deportivas hacia una segunda parte de tejidos ligeros y aires gipsy para el próximo verano. Loewe, en cambio, ve la primavera del 2016 con aires futuristas, que se entremezclan con básicos y se adornan más si cabe con chorreras, metales, plumas…
Nina Ricci puso sobre la pasarela looks más centrados en la forma que en estampados o detalles llamativos, haciendo hincapié en tejidos brillantes, pieles y transparencias. Nada que ver con la divertida primavera de Kenzo: un viaje a Japón con formas geométricas, mucho color y prendas actuales.
El color blanco fue el protagonista de Balenciaga en mil formas: femeninas, deportivas, oversized… pero todas ellas unidas por su corte moderno, su ligereza y la cuidada selección de tejidos. Lo opuesto al blanco fue Lanvin, una locura ochentera en la que todo cabe: lentejuelas, color, estampados, volúmenes o transparencias convivían sin moderación.
Lo que podemos sacar en claro es que la próxima temporada se apuesta por dos vertientes: la extravagancia absoluta o la mayor comodidad. ¿Con cuál te quedas tú?