La lencería es parte imprescindible para conseguir que una prenda nos favorezca. Muchas mujeres desconocen qué tipo de sujetador comprar en función de su pecho y de las prendas que van a lucir, pero si eres una de ellas hoy podemos acabar con esto. Aquí una sencilla guía para descubrir tu sujetador perfecto.

Lo primero, aunque resulte obvio, es conocer nuestra talla de sujetador. Todavía me sorprende la cantidad de mujeres que conozco que ni siquiera tienen en cuenta la copa. Para saber con exactitud la talla que nos corresponde habrá que medir el contorno por dos partes: a la altura del pezón y justo debajo del pecho.La segunda medida es el número (80, 85, 90...).

La diferencia entre ambas nos dará la copa, pues 10cm equivalen a una copa A, 15cm a la B, 17’5cm a la C... y así sucesivamente. Debéis tener en cuenta que durante el periodo menstrual nuestra talla puede ser algo superior, por lo que es mejor no medirlo en estos días. Aún así, cada tienda es un mundo, por lo que lo mejor es siempre probar antes de comprar.

Por otra parte, deberíamos contar con sujetadores para distintas ocasiones: deportivo, armado para ocasiones especiales, sin aros para mayor comodidad... En lo relativo a la forma existen cinco tipos de sujetador principalmente. El más habitual es el de media copa, escotado y adecuado para pecho de tamaño medio o pequeño.

Los de copa completa ofrecen una mejor sujeción, por lo que está indicado para pecho grande o caído y ayuda a que el pecho no se salga creando “pliegues” estéticamente indeseables. El sujetador tipo plunge, que forma una uve, se recomienda solo para pecho pequeño o muy firme.

Independientemente de la talla, el balconette es ideal para lucir escotes generosos, ya que redondea y junta el pecho. Finalmente, el sujetador sin tirantes es apto para todas, pero si tienes el pecho grande es mejor optar por uno reforzado.

Cualquiera que sea la forma del sujetador puede incluir relleno o push-up, pero lo importante es saber qué estilo nos favorece, tener en cuenta la prenda con la que lo vamos a lucir y, por supuesto, nuestra auténtica talla.
¿Tenéis ya vuestro sujetador perfecto?